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Contar con una o mas bañeras hidromasaje en casa es el vehículo ideal para aliviar tensiones y deshacerse del estrés de cada día. El hidromasaje es una terapia conocida desde hace miles de años. Desde hace varios años los médicos los recomiendan para mejorar la respiración, el sistema nervioso y hasta el digestivo. Los hidromasajes también permiten dormir mejor, pues calman la mente y distienden los músculos.


Básicamente una bañera de hidromasajes es una bañera común a la que se ha agregado una columna que tiene unos dispositivos llamados jets o chorros que lanzan aire a presión. Estos chorros impulsan el agua caliente hacia el cuerpo haciendo que se abran los poros y masajeando la piel. Esto produce que se active la circulación arterial, repercutiendo en una mejora en el sistema circulatorio general y el corazón en particular.


Los especialistas recomiendan los baños de inmersión en bañeras de hidromasaje en casos de fracturas, lesiones musculares e incluso úlceras. Cuando los poros se abren por el agua a presión se liberan muchas sustancias nocivas acumuladas, lo que da un efecto general de desintoxicación del cuerpo. Por este motivo muchos deportistas las utilizan luego de sus rutinas diarias, además de sus efectos analgésicos y antiinflamatorios.


Otra aplicación de las bañeras de hidromasaje consiste en combatir la molesta celulitis que aqueja especialmente a las mujeres. Complementada con masajes localizados, tratamientos con jabón de azufre y esponjas circulares, la piel de naranja irá desapareciendo conforme se incremente el tratamiento. Los chorros también recuperan la tersura y suavidad de la piel, influenciando su regeneración y tonificándola, volviéndola más elástica.


La mejor forma de disfrutar de su bañera de hidromasaje es hacerlo sumergiéndose hasta el cuello, por 15 minutos (nunca más de 30) y a no más de 39 grados Celsius, para no sufrir riesgos de accidentes vasculares, desmayos o ahogos.