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El running es un deporte que gana cada vez más adeptos en nuestro país y en el mundo entero.

No es de extrañar, ya que la práctica de esta disciplina está al alcance de prácticamente cualquier persona y sus beneficios pueden disfrutarse desde los primeros días.

Además de ser un ejercicio cardiosaludable, siempre que se practique con moderación y bajo los controles médicos recomendados, nos ayuda a quemar grasas, por tratarse de un tipo de ejercicio aeróbico. Y lo más importante, engancha porque nos hace sentir bien: sus beneficios a nivel psicológico son muchísimos, desde una mejora de la autoestima hasta una mayor resistencia a los trastornos depresivos.

Pero correr puede traernos lesiones a menudo evitables desde un primer momento. El runner es por definición autodidacta, y puede pasar mucho tiempo corriendo en solitario hasta que se decide a unirse a un club donde tiene el soporte de otros compañeros y profesionales que pueden enseñarle prevenir y minimizar las lesiones.

Porque running y lesiones, lamentablemente, van de la mano.

¿Cómo podemos seguir disfrutando de este deporte de una forma segura?

Obviamente lo primero es calentar bien. Lo segundo, dar con una técnica de carrera adecuada a tu fisionomía. Por último, estirar bien y aprender a relajar el músculo y las articulaciones dedicándole el mismo empeño que le ponemos a la carrera.

Para esto último nos ayudará un fisioterapeuta de confianza, a poder ser que esté especializado en este tipo de deporte. Pero además de visitar regularmente al “fisio” de manera preventiva o para curar alguna lesión, debemos dedicar unos minutos tras cada carrera o entrenamiento intensivo para ayudar a nuestro cuerpo a reponerse del gran esfuerzo realizado.

Las hidroterapias, y en concreto el hidromasaje, ayudan al músculo a recuperarse:

El hidromasaje ayuda al corredor a relajar sus músculos

Masaje

Las bañeras de hidromasaje disponen de unos sistemas de propulsión de agua que tienen un efecto similar al de un masaje en los músculos, lo cual ayuda a relajar la tensión en ellos. El efecto de este masaje, junto con el efecto del agua caliente, puede relajar los músculos y reducir la sensación de dolor y tensión que resulta del ejercicio.

Aumento de la circulación

Además de relajar los músculos, el jacuzzi o hidromasaje puede ayudar a aumentar la circulación en las extremidades del cuerpo. El agua caliente dilata los vasos sanguíneos para aumentar el flujo de sangre por el cuerpo. Esto puede ser particularmente benéfico para la gente que tiene dolor en las articulaciones o que sufre de padecimientos como artritis, en los que la circulación es mala. La reducción del dolor puede mejorar el rango de movimiento y ayudarte a estar preparado para correr mejor en tu próxima carrera o entrenamiento. Algunos profesionales recomiendan tras un esfuerzo muy intensivo, pasar a un baño de contraste con agua a 10-13 grados durante algunos segundos, lo que tras su efecto momentáneamente vasoconstrictor, reactivará de nuevo la circulación sanguínea.

Precauciones

Aunque un hidromasaje puede brindarte beneficios después de correr, es importante tener ciertas precauciones y estar al tanto de posibles riesgos. Siempre debes enfriar tu cuerpo y bajar tu ritmo cardíaco antes de entrar al jacuzzi. Tras un ejercicio intenso, tanto la temperatura corporal como tus pulsaciones están alterados y ésto, sumado a la temperatura del jacuzzi, puede causar un exceso de esfuerzo en tu corazón. Asegúrate de enfriarte del todo antes de entrar al agua y abstente de hacerlo si te sientes mareado o débil.

Si eres runner, ahora ya sabes todo lo que una bañera de hidromasaje puede hacer por ti. Déjate asesorar por nuestro equipo de Hidromasajes Eca para que tus recuperaciones sean rápidas y te ayudemos a ganar más carreras y a superarte día a día.