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Hidromasaje Para el Tratamiento de la Fibromialgia

La fibromialgia es una enfermedad de etiología desconocida, y no se sabe mucho sobre sus causas, aunque numerosos estudios terminan por concluir que son personas de riesgo aquellas que llevan un estilo de vida estresante o han sido sometidas a traumatismos o intervenciones quirúrgicas que hubieran afectado a los tejidos blandos.
Sus síntomas son principalmente musculares y óseos, caracterizados por dolor moderado a severo, rigidez en músculos y articulaciones, entumecimiento, hormigueo en extremidades así como fatiga, cansancio u otros problemas psicológicos derivados como ansiedad o problemas para conciliar el sueño.


El tratamiento actual para esta enfermedad suele ser una combinación transversal de varias técnicas que incluyen desde medicación a base de antiflamatorios hasta la más reciente práctica de la fisioterapia.


Y es precisamente gracias al enfoque del campo de la fisioterapia que los profesionales han podido descubrir los grandes beneficios que la talasoperapia y la hidroterapia pueden aportar a los enfermos de fibromialgia. Estos tratamientos tienen un efecto analgésico muscular (calman el dolor) y facilitan el movimiento de los ejercicios que necesita la fibromialgia (movimiento articular y del raquis).
Sin embargo no siempre es posible desplazarse a spas urbanos ni mucho menos a termas naturales o balnearios en los que recibir estos tratamientos, por no hablar del coste que esto podría suponer.
Afortunadamente, muchos de los beneficios que aportan tanto la hidroterapia como la talasoterapia pueden ser replicados por un sistema de hidromasaje doméstico.


La presión y temperatura alcanzados por los spas, jacuzzis e hidromasajes domésticos proporcionan el masaje y la relajación necesarios para lograr que los enfermos de fibromialgia puedan observar y sentir sus beneficios desde el primer baño.

Bañera de hidromasaje útil para el tratamiento contra la fibromialgia

Un par de baños semanales de 20 minutos, combinado con el tratamiento que esté llevando el enfermo junto a su médico puede ayudar a aliviar los síntomas de la enfermedad al favorecer la circulación hemática y linfática así como el sistema osteoarticular.
La temperatura ideal es de aprox 33-35 grados y el tiempo adecuado no debe sobrepasar los 30 minutos. Quienes lo han probado y sufren de fibromialgia, aseguran sentir un increíble bienestar a los pocos minutos.


De manera que si sufres esta dolencia puedes plantearte la instalación en tu baño de una bañera de hidromasaje, será una buena inversión y está al alcance de todos los bolsillos.